Argentina conmemora 40 años de golpe militar con renovado reclamo de justicia
"Lo único que no es revolucionario es la depresión", se oía por megafonía antes del grito: "¡alegría!".
Organizaciones de derechos humanos de Argentina marcharon hoy para renovar sus pedidos de justicia al cumplirse 40 años del golpe militar que dio inicio a una cruenta dictadura, una conmemoración que este año tuvo la visita del presidente estadounidense, Barack Obama, como telón de fondo.
Agrupaciones sociales, políticas y sindicales se movilizaron por el centro de Buenos Aires hasta concentrarse en la Plaza de Mayo, frente a la sede del Ejecutivo, donde la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, dio lectura a un documento conjunto.
"A 40 años del golpe genocida, nos sentimos nuevamente convocados a defender la democracia", declaró Carlotto antes de afirmar que "el cambio de Gobierno está significando a diario la vulneración de derechos".
Taty Almeida, titular de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, fue la encargada de cerrar la lectura del discurso, en el que aseguró que las grandes corporaciones intentan desestabilizar los gobiernos democráticos de Latinoamérica.
Asimismo, criticó el acuerdo de la deuda del Gobierno de Mauricio Macri con los fondos antes de terminar el discurso con la consigna de la marcha: "sin derechos no hay democracia".
Con el centro capitalino completamente bloqueado y una Plaza de Mayo colmada, miles de manifestantes reclamaron "memoria, verdad y justicia" con cánticos, tambores, banderas y pancartas con los rostros de muchas de las 30.000 personas que, según cifras de los organismos, fueron desaparecidas durante los "años de plomo" (1976-1983).
"La marcha va a ser necesaria toda la vida. Hay que revivirlo como si fuera el primer día", dijo a Efe Gastón Castillo, integrante de la organización Hijos.
El caso de Gastón Castillo es singular: es hijo de un hombre asesinado por la dictadura, pero por ser séptimo hijo varón, su padrino de bautismo resultó ser Jorge Rafael Videla, el general que hace 40 años dio el golpe contra el Gobierno de María Estela Martínez de Perón.
Desde 1974, una ley garantiza el padrinazgo por parte del presidente argentino en funciones hacia el séptimo hijo varón o mujer de una prole del mismo sexo.
En 2010, Castillo logró que el entonces cardenal Jorge Mario Bergoglio -hoy el papa Francisco- anulara el padrinazgo de Videla.
"Estamos recordando a los desaparecidos. Mataron a nuestros hijos y robaron a nuestros nietos", dijo a Efe Buscarita Roa, miembro de las Abuelas de Plaza de Mayo, entidad dedicada a la búsqueda de los niños apropiados ilegalmente durante el gobierno cívico militar.
Esta vez, la conmemoración anual del golpe tuvo dos peculiaridades: la visita de Obama a Argentina y un nuevo escenario político en el país, con la llegada de Mauricio Macri a la Presidencia argentina en diciembre pasado y cuyo perfil conservador ha despertado recelos entre algunos organismos humanitarios.
"Esperamos que Macri tenga la dignidad de seguir recordando lo que ocurrió en la dictadura porque cuarenta años no es un día", dijo Roa.
Obama y Macri visitaron hoy el Parque de la Memoria, un paseo público en Buenos Aires creado para rendir homenaje a los desaparecidos durante la dictadura.
Macri enfatizó en el homenaje que "justicia y verdad son dos palabras que tienen un profundo significado para el pueblo argentino" al recordar a quienes "pagaron con sus vidas la violencia e intolerancia" de la dictadura.
"Nunca más", dijo Obama, al expresar en español una de las consignas más emblemáticas de los derechos humanos en Argentina y su vocación de evitar que se repitan las atrocidades cometidas.
También admitió que su país "tardó" en defender los derechos humanos en el país y prometió desclasificar documentos militares relativos a la dictadura tras un pedido del propio Macri, medida que los organismos humanitarios reclamaban desde hace años.
Para Martín Castillo, miembro de Hijos, la visita de Obama es "una vergüenza" y su anuncio "una mentira", ya que cree que si no, "lo hubieran hecho antes".
Algunos carteles que portaban los manifestantes mostraban la imagen del mandatario estadounidense junto al calificativo de "genocida" y otros rezaban "fuera yankees, vamos a volver", aunque la marcha discurrió sin incidentes en un ambiente festivo.
"Lo único que no es revolucionario es la depresión", se oía por megafonía antes del grito: "¡alegría!".
EFE